El día de ayer se conoció la noticia de que la Comisión Europea había aprobado la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, y que esta última pudo respirar tranquila al saber del veredicto y de las condiciones que tiene que cumplir para poder cerrar la transacción.
Sin embargo, desde Reino Unido no le gustó que la Unión Europea le de el visto bueno a la fusión entre ambas compañías. Así replicó la Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) y que hace unos días bloqueó la compra de ambas empresas en dicho país.
Tras hacerse pública la noticia, la CMA ha dejado claro su postura contraria a la compra, insistiendo que se puede llegar a dañar el creciente mercado del streaming de los videojuegos en la nube, y que la competencia pueda ser perjudicada ante esta adquisición.
Sarah Cardell, directora ejecutiva de la CMA, explica a través del portal VGC, que Europa ha pasado por alto deliberadamente el daño que puede hacer esta adquisición al sector del juego en la nube: «Las autoridades de competencia del Reino Unido, Estados Unidos y Europa son unánimes en que esta fusión dañaría la competencia en los juegos en la nube».
«La CMA concluyó que los juegos en la nube deben continuar como un mercado libre y competitivo para impulsar la innovación y la elección en este sector en rápida evolución», señala Cardell y que añade que este visto bueno por parte de la UE, Microsoft podría dominar el mercado ante un posible monopolio: «Las propuestas de Microsoft, aceptadas hoy por la Comisión Europea, permitirían a Microsoft establecer los términos y condiciones de este mercado para los próximos diez años. Reemplazarían un mercado libre, abierto y competitivo por uno sujeto a la regulación continua de los juegos que vende Microsoft, las plataformas a las que los vende y las condiciones de venta».
Aunque la CMA considera equivocada la decisión de la Comisión Europea, Cardell asegura que respetarán la postura sobre la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, sin embargo, continúa firme en bloquear la venta. «Si bien reconocemos y respetamos que la Comisión Europea tiene derecho a adoptar un punto de vista diferente, la CMA mantiendrá su decisión».