Finalmente, Valorant ha llegado a consolas, y los jugadores no podrían estar más emocionados. Tras su éxito arrollador en PC, Riot Games ha dado el salto a nuevas plataformas, trayendo consigo uno de los shooters tácticos más populares de los últimos años. Aquí te contamos nuestras primeras impresiones, qué cambia, qué puede mejorar y cómo se perfila el panorama de esports en esta nueva etapa.
Lo bueno y lo nuevo
Desde el primer momento, es evidente que Riot ha hecho un gran esfuerzo por adaptar Valorant a las consolas. Los controles se sienten bastante intuitivos, y el mapeo de los botones es sólido, lo que permite a los jugadores concentrarse más en la estrategia y menos en luchar contra el control. La precisión, un factor crítico en Valorant, ha sido uno de los mayores retos al pasar de teclado y mouse a un joystick, pero la asistencia de apuntado está bien calibrada para ayudar sin ser intrusiva.
Cabe señalar que, Valorant ha dado el salto generacional, llegando únicamente a PS5 y Xbox Series S/X, dejando de lado a las consolas de la generación anterior como PS4. Esto ha permitido a Riot aprovechar mejor el hardware más potente, ofreciendo una experiencia visualmente más rica y con tiempos de carga reducidos.
Gráficamente, el juego mantiene su estilo limpio y colorido, aunque hay algunas concesiones en términos de resolución y detalles gráficos en comparación con la versión de PC. Sin embargo, estas diferencias no afectan la jugabilidad, que sigue siendo fluida y ágil.
Aspectos a mejorar
Como con cualquier nuevo lanzamiento, hay espacio para mejoras. Una de las principales críticas hasta ahora es la adaptación de la interfaz de usuario. En algunos casos, los menús y la información en pantalla pueden parecer un poco abrumadores o difíciles de navegar con un control. Además, aunque la asistencia de apuntado es útil, algunos jugadores han señalado que podría ser ajustada para ofrecer una experiencia más precisa y competitiva.
Otro aspecto que necesita refinamiento es la comunicación entre jugadores. La integración de chat de voz y texto es crucial en Valorant dado su enfoque en el juego en equipo, y en consolas, esta función no siempre es tan fluida como en PC. Mejorar la facilidad de comunicación podría ser clave para una experiencia más coherente y colaborativa.
Diferencias clave con la versión de PC
La transición a consolas trae consigo varias diferencias importantes con la versión de PC. Además de los controles y la interfaz, el juego en consolas puede tener limitaciones en términos de tasa de cuadros por segundo (FPS). Aunque Riot ha hecho un trabajo notable para mantener una experiencia fluida, los jugadores más acostumbrados a los 144+ FPS en PC pueden notar la diferencia.
Además, la comunidad de jugadores puede ser diferente, lo que podría influir en la meta y las estrategias predominantes. La disponibilidad de hardware y la accesibilidad de las consolas también podrían atraer a un público más amplio y diverso.
El panorama esports
La llegada de Valorant a consolas también abre nuevas oportunidades en el panorama de los esports. Aunque tradicionalmente los shooters tácticos han dominado en PC, este lanzamiento podría fomentar una escena competitiva en consolas. Con torneos y ligas dedicadas, podríamos ver el surgimiento de nuevas estrellas y equipos especializados en esta plataforma. Sin embargo, será interesante ver cómo Riot Games maneja el equilibrio competitivo entre jugadores de PC y consolas, especialmente si deciden permitir el juego cruzado en competiciones oficiales.
¿Y tú? ¿Qué versión de Valorant prefieres?