Una de las eternas disputas desde la aparición de los videojuegos como uno de los principales pasatiempos e incluso desde la profesionalización del área, ha sido el impacto que tiene en la salud de los niños.
A diferencia de lo que se creía hasta ahora, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ámsterdam y del Instituto de Karolinska, asegura que los videojuegos tienen consecuencias positivas para el desarrollo de la inteligencia de los menores.
Así lo revela el documento publicado en Nature, en el que observando el comportamiento de los niños durante dos años, determinó que aquellos que dedicaban una hora al día a jugar videojuegos aumentaron su coeficiente intelectual en 2,5 puntos.
El objetivo principal del estudio era analizar los efectos de la exposición prolongada a las pantallas por medio de tres variables: mirar televisión y videos en línea, socializar a través de redes sociales y jugar videojuegos.
Lo llamativo del estudio es que aquellos niños que dedicaban su tiempo a mirar redes sociales o televisión, no presentaron una variación significativa en sus índices de inteligencia.
Los resultados “respaldan la afirmación de que el tiempo de pantalla generalmente no afecta las capacidades cognitivas de los niños y que jugar videojuegos, por el contrario, puede contribuir a una mayor inteligencia”, sostiene el profesor de Neurociencia Cognitiva del Instituto Karolinksa.