LO ÚLTIMO
Hace unos días se dio a conocer que un cargamento de juguetes de Sonic había arribado al puerto de San Antonio para ser comercializados, no obstante, esos juguetes son piratas y que, tan rápido como el Erizo Azul, Sega Corporation presentó dos querellas entre mayo y junio por violar los derechos de autor.
Según detalla Diario Financiero, la primera acción legal va en contra del comerciante Juan Carlos Boscan, representante de la compañía Inversiones Boscan; mientras que la segunda va en contra de Zhang Weidong, representante de Comercial Dong. Ambas querellas está siendo investigadas gracias al abogado Andrés Grunewaldt, representando a Estudios Silva, encargado de velar por la protección de la propiedad intelectual de Sega en Chile.
En la primera querella, SEGA alega que en abril recibió una notificación de la Aduana de San Antonio, que detuvo de forma automática el envió de más de 4000 juguetes de plástico con los personajes de la saga de videojuegos Sonic. La demanda argumenta que la comparación demuestra la igualdad o semejanza de los juguetes retenidos, que infringen las marcas registradas que protegen a los personajes. La compañía estima que el valor comercial de venta al público de los productos pirateados es de $50,3 millones de pesos, calculado con el precio de cada juguete verdadero en el comercio a $11.990.
La segunda querella se basa en el descubrimiento de 3.720 estatuillas de plástico de personajes de la saga Sonic, que incluyen a Sonic, Shadow, Tails, Knuckles, Silver, Warehog y Metal Sonic. En cada querella se hizo una presentación de la historia de SEGA, donde se indica que se formó en 1965 a partir de la fusión de Service Games y Rosen Enterprises, Ltd. La primera se dedicaba a la venta de aparatos musicales en bases militares estadounidenses, mientras que la segunda era una empresa de importación de arte y otros productos en Japón. En 1956, Sega comenzó a fabricar sus propios juegos, desde entonces, se ha convertido en el mayor competidor de Atari en los años ochenta y de Nintendo en los noventa, destacando con su famoso personaje Sonic, el embajador de la empresa en todo el mundo, más después del éxito de sus recientes películas de Live Action.
Cabe recordar que Sega tiene registrado la marca Sega y el personaje de Sonic en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), abarcando una amplia variedad de clases, lo que incluyen juegos, juguetes y software de videojuegos, lo que faculta poder hacer querellas en un futuro, en caso de alguna falsificación indebida de sus marcas o personajes.
